La racha invicta del Albacete Balompié llegó a su fin en La Rosaleda. El equipo de Alberto González, que acumulaba 10 partidos consecutivos sin conocer la derrota en liga, cayó ante el Málaga en un encuentro gris y poco inspirado. Esta es apenas la segunda derrota del técnico desde su llegada a Albacete, y pone fin a una serie que había generado ilusión en la afición manchega.
El conjunto albaceteño llegó a Málaga con el objetivo de seguir sumando puntos y alargar su buena racha, que se componía de los ocho últimos partidos de la pasada temporada, sumados a las dos victorias iniciales de la presente campaña. Sin embargo, la derrota por 2-1 contra el Málaga supuso un duro golpe en un partido donde el Albacete estuvo lejos de su mejor versión. A pesar de contar con un hombre más durante más de 45 minutos, tras la expulsión de un jugador malaguista en la primera mitad, los de Alberto González no lograron imponerse y mostraron un juego falto de ideas y creatividad.
A pesar del tropiezo, no hay que restarle mérito a lo conseguido por el Albacete en una competición tan exigente como la Segunda División. Mantenerse invicto durante 10 jornadas es un logro significativo que evidencia el buen trabajo realizado por Alberto González y su plantilla. No obstante, el encuentro en La Rosaleda dejó un sabor amargo, especialmente por los errores individuales y la falta de fútbol que mostraron los manchegos, dejando al propio técnico desconcertado.
Aunque la racha haya terminado, el Albacete de Alberto González ha demostrado que puede competir al más alto nivel y que la solidez es una de sus mayores virtudes. Ahora, el reto será recuperar sensaciones, aprender de los errores y volver a la senda de la victoria para seguir peleando por el objetivo