Desastre en Miranda y preocupación en Albacete

Una derrota siempre preocupa. Tres consecutivas, son el comienzo de algo peor. El partido de ayer en Anduva mostró las carencias del equipo manchego en este arranque liguero que tan brillantemente comenzó. Pero todo se ha diluido y el Alba ahora mismo es un azucarillo sobre una taza de café.

Tercera derrota consecutiva y lo que es peor, síntomas de no saber revocar el asunto. Alberto no da con la tecla -hasta ahora- y la realidad es que el Alba en un mal síntoma en sí mismo. Sin gol ni equilibrio, la realidad es que los constantes y manifiestos errores en defensa han condicionado sobremanera las tres derrotas consecutivas.

Errores… y lo todavía más preocupante, la actitud general del equipo. La idea de Alberto parece no encajar en el estilo futbolístico del vestuario y la realidad es que jugadores llamados a marcar la diferencia como Jaume Costa, Lazo, Fidel o Quiles no están siendo agradables de ver. La concreción defensiva, sumada a la clara falta de concordancia medular asume en una depresión al ataque, que tampoco parece desmarcarse de lo que va camino de ser otra depresión.

Quizá sea la realidad del Alba en Segunda, pero lo que quizá sea una verdad es que o esto lo sacan los jugadores o Toché tendrá que tomar cartas en el asunto más pronto que tarde. Alberto se ha mostrado a favor del 4-4-2 y quizá por ahí venga la mejora, por variar su estilo y ofrecer soluciones a hombres que como citábamos antes parecen deambular ahora mismo sobre el verde.