Escrito por: Rodrigo Quero
domingo, 29.09.2024
El Deportivo de La Coruña llegó al Carlos Belmonte con serios problemas en ataque. En las primeras seis jornadas de liga, solo había conseguido marcar tres goles, lo que dejaba en evidencia su falta de eficacia ofensiva. Sin embargo, todo cambió en su visita a Albacete, donde los gallegos se desataron con una contundente goleada por 2-5, dejando en entredicho la fragilidad defensiva del equipo dirigido por Alberto González.
La estadística no miente: un equipo que promediaba apenas medio gol por partido se destapó con cinco tantos en un solo encuentro, una cifra que debería encender todas las alarmas en el conjunto manchego. La defensa del Albacete fue un coladero durante todo el choque, permitiendo al Dépor encontrar espacios y generar ocasiones con una facilidad sorprendente. Los errores individuales y la falta de concentración fueron constantes, dando alas a un rival que hasta ese momento había mostrado grandes dificultades para ver puerta.
Encajar cinco goles contra un recién ascendido con problemas de gol es, sin duda, motivo de preocupación. El Albacete mostró una debilidad preocupante en su línea defensiva, una de las asignaturas pendientes desde el inicio de temporada. Si un equipo poco goleador como el Deportivo logra perforar la red albaceteña cinco veces, es evidente que hay aspectos que mejorar de forma urgente. El reto para Alberto y sus jugadores ahora es corregir estos errores y recuperar la solidez en una defensa que, jornada a jornada, sigue dejando muchas dudas.