Escrito por: Bienvenido Picazo
sábado, 14.09.2024
No parece el CD Mirandés el rival más propicio para levantar el vuelo porque, en cuatro partidos sólo ha encajado un gol, debemos deducir por tanto que sacar un empate de Anduva no sería mala cosa. Un empate, además, podría tener efectos balsámicos porque todo lo que no sea perder, será buena señal, luego quedaría analizar lo del juego.
Llevan los burgaleses tres empates seguidos y todavía no han perdido, pero siendo estos datos estadísticos importantes, lo más destacable es la solidez de su fútbol al que no se le ven fisuras y cuya mayor virtud es lo rocoso de su planteamiento.
El Albacete Balompié llega a Miranda en una suerte de crisis prematura, con lo que, imagino, nos estarán esperando con los brazos abiertos para clavarnos un buen aguijón, son un equipo que sabe esperar y cuándo hacer daño. Los equipos pétreos suelen luchar todo el partido, con lo que los del Ebro, y más al calor de su gente, tienen muchas papeletas para seguir invictos.
No vendamos ninguna piel ni salgamos derrotados antes de jugar, porque queda mucha tela que cortar y, digo yo, que en algún momento el Alba tendrá que sacar la cabeza o al menos mostrarse como un equipo que quiere dejar su impronta luchadora. Estoy convencido de que sabemos jugar al fútbol, pero es la losa psicológica lo que me da miedo, porque ya hemos comprobado que incluso yendo con ventaja en el marcador nos atoramos. Es cierto que me gusta ir de corderito para aferrarnos al factor sorpresa, pero algo me dice que volvemos a ser nuestro peor enemigo.
No son nuestros viajes a Miranda nada placenteros, puesto que, si mis datos son correctos, sólo les hemos ganado en su campo una vez en seis enfrentamientos. Tampoco estaría mal romper este mal fario, porque la crisis este año ha llegado demasiado pronto, nos ha pillado en la Feria y parece que hemos dejado a los nuestros solos, pero bien pensado son nuestros futbolistas los que nos deben convencer de que esto no es una crisis sino unos tropiezos sin más.
Visto lo visto, y más allá del resultado que nos traigamos, me gustaría ver que nuestro Alba ha recuperado la autoestima y que sabe lo que se trae entre manos. En cuatro partidos hemos visto más bien pobreza, hemos capeado el temporal cuando nos han achuchado, pero poco más. De creatividad andamos muy justitos, y ya ha llegado el momento de dar un golpe en la mesa y, al menos, dejar nuestra impronta. Nada hay más descorazonador que ver a los de blanco deambular como zombis por el campo, yendo y viniendo sin fuste es como se producen las meteduras de pata.
A falta de imaginación, por lo menos que se note que nos corre sangre por las venas y que quien quiera ganarnos que corra y luche. Hasta ahora les ha bastado con dejar que nos cociésemos en nuestra propia salsa. Ver eso resulta humillante.
Si perdemos de malas maneras, apaga y vámonos, pero si sacamos algo dando la cara y llevando el cuchillo entre los dientes, habremos dado un paso de gigante.