Escrito por: 5 más el descuento
sábado, 28.09.2024
Fidel se convirtió anoche ante el Deportivo de La Coruña en uno de los protagonistas del partido. Queriendo o sin quererlo, el atacante onubense sufrió en sus carnes lo bonito y lo malo del fútbol. Marcó el 2-4 que daba ligeras esperanzas en el 76’ y fue silbado duramente cuando Alberto optó por sustituirlo para dar entrada al joven Nabil.
El Carlos Belmonte parece tener a Fidel muy bien ubicado. No olvidan sus desplantes al entrenador en algunos partidos de este inicio liguero y quizá por ello, sumado a su cartel de futbolista destacado, le achaquen ciertas actitudes. Además, y como casi todo el equipo en la noche de ayer, estuvo fallón y poco acertado, tal y como se comprobó en el 2-5 naciendo de una pérdida suya el quinto gol del Dépor.
De hecho, en su gol, el desacierto general del Alba fue palpable hasta en eso. El 2-4 llegó después de varias acciones claras para embocar y ni por esas. Tuvo que ser Fidel quien recortase diferencias en un marcador que para deshonra del albacetismo quedará marcado en la historia negra del Club.
Hay que destacar que Fidel hizo el 2-4 y asistió en el 1-0 a Alberto Quiles. Es decir, los dos goles del Alba llevaron el sello del atacante onubense que en el 76’ sería despedido por el público del Belmonte con música de viento. De hecho, el propio Fidel se sorprendió al escuchar los silbidos, y como en él suele ser habitual, gesticuló mostrando su diferencia con aquellos que le pitaban.
La realidad es que Fidel es un futbolista diferencial y hasta la fecha, sin estar en su mejor momento, está demostrando la calidad y valía que ostenta. Asistencias y goles que quizá se han empañado con sus actitudes de cara a la galería, pero que refuerzan la mejorable dinámica del Alba. Fidel, como el resto del equipo, tienen margen de mejora y a buen seguro conseguirán demostrarlo en las próximas semanas.