Escrito por: 5 más el descuento
jueves, 26.09.2024
Aunque no es tan vieja la pugna contra los herculinos, ya es todo un clásico. No son muchos los equipos a los que nos hemos enfrentado en Primera, Segunda y, bueno, aunque lo quieran ocultar, en Tercera. Tan es así, que se echa mucho de menos a los blanquiazules por La Mancha porque, no me negarán que jugar contra ellos, en su casa o en la nuestra, predispone de una forma especial. Todo empezó porque se quemó por una fatalidad (o la quemaron, que nunca quedó suficientemente claro), la cubierta de una de las tribunas de Riazor y se tuvo que retrasar el inicio de un partido vital. No, no quiero empezar con mis cuentos de abuelo a la par de la lumbre (perdón por el chiste fácil), pero lo nuestro, empezó con un fuego, después nos hemos visto la cara en otras ocasiones hasta llegar al Riazorazo, pero ahora todas esas historias se ven ocultadas por la acuciante actualidad.
Muy engañosa es la clasificación del Real Club Deportivo de La Coruña, más conocido como Dépor, puesto que oculta el hecho de que algunos partidos se le han ido por fallos contados, garrafales en algún caso, ¿les suena?, pero su juego dista mucho de merecer un lugar que, a buen seguro, pronto dejarán atrás.
El Albacete se presenta en casa para comprobar si lo de La Malata fue un espejismo o, por fin, el grupo blanco se ha conjurado y se va a dedicar a jugar bien al fútbol; como sea este último caso, podemos estar tranquilos, pero como surjan las dudas y a los gallegos les dé por no cometer errores, volverán los murmullos y las desazones.
Alberto González, que siempre parece que lo acabamos de pillar recién levantado de la cama, sigue dando muestras de tacto y buen tino en sus declaraciones y hace muy bien porque cuantas menos pistas se den, mejor. Importante el hecho de haber dado carpetazo a la mini polémica de la patada a la botella, pero felizmente da la sensación de que se ha abordado con sinceridad y sin pasar por alto el desaire. Tener en cuenta todos los detalles, no sólo los meramente futbolísticos, es la mejor manera de mantener cohesionado al grupo, tratar a todos por igual, le generará el respeto del vestuario y el de la grada. Por cómo encara las alineaciones, tiene toda la pinta de no tener un once para memorizar, de poner a quien está más en forma y dejarse de zarandajas que sólo conducen a la desmoralización de quienes trabajan bien. Un error no puede condenar a quien es honrado y quizá, por su ubicación, no luce tanto como quien marca. A mí me gustan mucho los jugadores que juegan sin balón, los que ven, los que se anticipan, los que generan dudas al rival y me alegro enormemente de saber que González ve eso y mucho más.
Se nos presenta un nuevo capítulo de la serie Alba-Dépor, me temo que nadie se lo quiere perder, incluso los que no saben que existe abierta rivalidad, tanta como respeto y amistad entre dos ciudades y dos aficiones que, por diferentes motivos y caminos diversos, han compartido muchos quilómetros juntos.
El Dépor ya no es el Súperdepor, y el Queso Mecánico tiene más gusanos y moho de la cuenta, pero, quién no nos dice a nosotros que a la vuelta de dos o tres o cuatro temporadas, albaceteños y coruñeses no nos vamos a volver a enfrentar, pero en el piso de arriba.