Escrito por: Rodrigo Quero
viernes, 25.10.2024
Cristian Rivero volvió a ser titular en el Albacete en el partido de ayer contra el Almería, pero su actuación no logró disipar las dudas sobre la portería del equipo. El guardameta, cedido por el Valencia, había tenido previamente dos apariciones: una destacada en la victoria por 1-4 frente al Racing de Ferrol, y una derrota abultada por 2-5 ante el Deportivo de la Coruña. Ayer, en una nueva oportunidad, Alberto González volvió a apostar por él, dejando a Raúl Lizoain en el banquillo.
El encuentro contra el Almería era una prueba importante para Rivero, quien necesitaba demostrar que podía ser el portero titular del equipo. Sin embargo, el resultado fue decepcionante: el Albacete encajó tres goles, y las dudas sobre la seguridad bajo los palos persisten. Si bien en dos de los goles los remates fueron a quemarropa y era complicado que pudiera hacer más, fue el tercer gol el que generó mayor preocupación. Rivero dejó un disparo lejano suelto en el área, lo que provocó una situación de peligro que, tras un despeje de Marchan, terminó en gol.
La actuación del guardameta reavivó el debate en torno a la portería. La afición sigue sin encontrar confianza en ninguno de los dos porteros actuales, y se preguntan si la dirección deportiva, liderada por Toché, buscará refuerzos en el mercado de invierno. Con Rivero cedido hasta junio y una opción de compra sobre la mesa, el Albacete deberá tomar una decisión sobre su futuro. Mientras tanto, la inestabilidad en la portería sigue siendo un problema sin resolver.