Escrito por: Rodrigo Quero
viernes, 25.10.2024
La derrota por 3-1 ante el Almería dejó en evidencia las dos caras del Albacete Balompié de Alberto González, un equipo que sigue mostrando una gran irregularidad en este inicio de temporada. El partido de ayer fue un claro reflejo de esas dos versiones del equipo manchego: un ataque dinámico y peligroso, pero una defensa que volvió a ser vulnerable.
Alberto González optó por una alineación poco habitual, con varias rotaciones para dar descanso a jugadores que acumulaban muchos minutos. A pesar de los cambios, el Albacete mostró su mejor cara en la primera mitad, donde tuvo hasta seis ocasiones claras de gol. Cinco de ellas fueron detenidas por Fernando, el portero del Almería, quien se erigió como el gran salvador de su equipo. De no haber sido por sus intervenciones, el Albacete podría haberse ido al descanso con una ventaja mucho mayor, ya que jugó con criterio, generó juego y atacó con peligro constante.
Sin embargo, la otra cara de la moneda se vio en la defensa. El Albacete sufrió nuevamente problemas a la hora de defender las transiciones rápidas del rival. El primer gol del Almería llegó tras un desajuste defensivo, con Álvaro Rodríguez fuera de posición, permitiendo que el equipo local rematara cómodamente en el área pequeña. En la segunda mitad, los errores defensivos continuaron, especialmente en el costado derecho, donde otro desajuste dejó a Batistao solo para marcar el segundo gol del Almería.
A pesar de las carencias defensivas, el Albacete siguió generando ocasiones, pero sin la precisión necesaria para transformar su juego ofensivo en goles. La falta de solidez en la zaga acabó costándole caro al equipo de Alberto González, que se marchó de Almería sin puntos.